Kreutzal, Alemania, 1970
Boris esta enamorado de Barcelona y afirma haberse acostumbrado por fin a dormir la siesta...
Boris Hoppek, alemán de origen, vive y trabaja actualmente en Barcelona, en cuyas paredes van apareciendo de vez en cuando sus dibujos a tiza y spray.
En su obra plantea desde una perspectiva extrañamente ambigua temas como el amor, el sexo, la lucha, el racismo, el nacionalismo o la inmigración en un juego en el que la ironía toma un papel importante a través de formas de una sencillez y personalidad excepcionales.
Hoppek es un artista polifacético, cuya obra abarca, desde el arte más directo como pueda ser el graffiti, hasta elaboradas zapatillas de cartón. Se puede afirmar que es un maestro del “freestyle sewing” (costura de estilo libre), ya que produce manualmente cada una de sus “bimbosculptures”, unos muñecos de trapo para adultos que nada tienen que ver con los asexuados productos de la industria juguetera. Los Bimbos, al igual que el resto de sus personajes, tienen pene y vagina, son sexys, coloristas, divertidos, perversos, agresivos, morbosos,…
El trabajo de este artista alemán recoge el aspecto más colorista y festivo del juego y de la vida, y por extensión las púas que lo rodean.
