Santander, España, 1955
Luis Medina cree en una evolución continua de la obra, causada naturalmente por el hecho de que se deja llevar por sus propios descubrimientos y sensaciones cuando la crea. Influenciado por sus estudios en ingeniería industrial, sus obras presentan la realidad urbana, con edificios y un patrón geométrico.
Luis Medina es capaz de expresarse a través del color, creando una perspectiva minimalista. Utiliza acrílicos sobre lienzo o papel. Encuentra un equilibrio en la composición; a veces son geométricas y otras están más cerca de la abstracción.