Kollmar/Elbe, Alemania, 1944
La carrera del artista no podría ser más variada: inicialmente formado como maquinista, Peter Weber ha estado interesado en la música desde la primera infancia. Su primer disco de jazz tuvo tal efecto en él que decidió aprender a tocar el contrabajo. Él mismo construyó su primer instrumento y pronto tuvo "conciertos" en bandas. Pero también se sintió atraído por las artes pictóricas. Sus estudios en la Fachhochschule en Hamburgo con Max H. Mahlmann tuvieron una influencia decisiva en él y se dedicó a crear obras de "arte concreto". Sus primeros años como pintor se centraron en el Op-Art con su espacio imaginario, pero pronto quedó fascinado por el fenómeno del plegamiento y la diversidad matemática de esta técnica. Las obras plegadas en papel, algodón, materiales sintéticos e incluso acero ahora dominan su trabajo artístico. Desde 2001, el fieltro se ha convertido en su medio principal.